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20-02-2012  Plan de Negocio: Tienda de ropa

De la Revista Emprendedores, se extrae este artículo:

"Si has trabajado en alguna tienda de ropa, conoces el negocio, tienes don de gentes y muchas ganas de ser empresario, reúnes casi todos los requisitos para crear tu propio comercio. No obstante, también puedes iniciarte en este negocio aunque no conozcas el mundo de la moda: según María Antonia Gil, propietaria de la tienda de ropa Antinea, “ en caso de no saber cómo se gestiona un establecimiento de este tipo, el empresario debe poner al cargo del mismo a un experto que lo dirija para evitar así fracasos iniciales”.

Sea como fuere, lo primero es elegir la forma de comercialización que más se ajuste a tus posibilidades. Franquiciarse puede ser una buena elección: partes con un buen soporte de marca y una imagen ya definida y conocida por el cliente. Algunas casas, como por ejemplo Naf-Naf, te ofrecen la alternativa de establecerte como marca única –es decir, vender exclusivamente productos suyos– o bien que un porcentaje muy alto de las prendas que ofertes sea de su marca, pero sin necesidad de franquiciarte.

Así te beneficias de vender una marca conocida, pero sin las ataduras de una franquicia (no pagas canon de entrada, royalties o porcentaje para publicidad). También puedes montar una tienda multimarca con productos de distintos proveedores que elegirás según las preferencias de tu clientela habitual.

EL LOCAL, FACTOR CLAVE

Una vez decidida la forma de comercialización, debes buscar un local adecuado. Puede estar a pie de calle, en un centro comercial o, incluso, en un primer piso.
Debe tener al menos 40 m2 para incluir escaparates, probadores y, por supuesto, la exposición de ropa. Además, necesitarás un almacén de por lo menos 20 m2.

Decoración. Es una de las variables de más peso para captar clientes. María Antonia Gil considera “importante que el cliente se sienta a gusto, por eso hay que tratar de crear un ambiente que incite a permanecer más tiempo en la tienda e incrementar así las posibilidades de realizar una venta”. Ana Zuazo, propietaria de la tienda de ropa Dekir, va más allá: “La decoración debe ser el producto que se vende. Si el cliente se fija más en la decoración que en la ropa, algo falla”.

Escaparates . Según Maria Antonia Gil, “hay que tratar de exponer todas las líneas de productos de la tienda. Además la combinación de colores en el escaparate (y dentro de la tienda) permitirá llamar la atención de los transeúntes”. La relación con los proveedores dependerá del tipo de comercialización por el que hayamos optado. Si te estableces como una tienda multimarca, tendrás que buscar y elegir varios proveedores, según cubran tus necesidades.

Es muy importante buscar proveedores serios a través de contactos, revistas o ferias, como por ejemplo la Feria de la Moda en Madrid. “ Todo emprendedor que está empezando debería asistir a ferias, ya que en ellas puedes ver lo que se va a llevar en las próximas temporadas, comparar precios, hacer contactos... Les servirá como punto de referencia para escoger los productos que van a comercializar en próximas temporadas”, aconseja Gil.

Dos grandes compras al año. A la hora de realizar los pedidos, hay que tener en cuenta que, en el mundo de la moda, el año natural se suele dividir en dos temporadas: primavera-verano y otoñoinvierno. Según la marca con la que trabajes, deberás realizar entre dos y cuatro pedidos principales a lo largo del año.
“Lo habitual son dos compras grandes al año, al principio de cada temporada, es decir, otoño y primavera, para luego ir adecuando tu oferta mediante reposiciones puntuales”, comenta Ana Zuazo.

Por anticipado. Para poder disponer de las prendas en su temporada correspondiente, lo normal es que las pidamos con un mínimo de seis meses de antelación, y en ocasiones hasta un año antes.

No obstante, en la opción llamada “moda pronto”, te sirven el producto en uno o dos meses a lo sumo. Y algunos proveedores sacan productos nuevos cada cierto tiempo que sirven para introducir novedades a lo largo del año.

Diferentes formas de pago. En cuanto a la forma de pago, lo habitual es que al empezar haya que pagar al contado. Luego, según vayas haciéndote un hueco en el mercado y consolidando la relación con los proveedores, el plazo para pagar se irá incrementando. “Dentro de las formas de pago posibles, aconsejaría no aceptar en ningún caso la factura proforma, en la que ingresas el dinero en el banco y luego te mandan la mercancía. Así, te arriesgas a que te manden envíos cambiados, defectuosos o que falte parte de la mercancía”, comenta Ana Zuazo. Ropa que no se vende. Si estás en una franquicia, el franquiciador se hará cargo de las prendas no vendidas. Si este no es tu caso, tendrás que recurrir a las ofertas y las rebajas, que reducirán tu margen de beneficio. Por ello, en los primeros años conviene hacer pedidos pequeños.

Aprender de los grandes. “Cuando no sepas cómo afrontar una situación, fíjate en los grandes comercios. Así, con el cambio al euro no se sabe cuáles serán los precios gancho –con la peseta eran los acabados en 0, 5 y 9–. Para adaptarse al mercado, tan sólo habrá que poner el precio que determinen empresas, como El Corte Inglés o Zara, ya que dedican mucho dinero a investigaciones de mercado”, aconseja Zuazo. Y es que los comercios con mayor cuota de mercado invierten en estudios de todo tipo, por eso hay que seguir su trayectoria para ver la evolución del sector.

Plan de negocio en pdf, pincha aquí"

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